Los noticieros de todo el mundo, nos muestran las imagenes devastadoras del terremoto y tsunami, que se produjo el 10 de Marzo del 2011 frente a las costas del nordeste de Japón, que fue, como explican, el más violento registrado en ese país desde hace 140 años.
La agencia de geofísica japonesa estimó su magnitud en 8,8. El epicentro fue localizado a unos 100 km de la costa nordeste de la isla de Honshu, en el Océano Pacífico, a una decena de km de profundidad. La Agencia de Geofísica Estadounidense (USGA) dijo, por su parte, que la magnitud del terremoto era de 8,9 y su epicentro estaba situado a una profundidad de 24,4 km.
Si comparamos las tres imágenes que presentamos, recordamos el pensamiento Andino hinantin kanka hanan pacha, kikin kanka kay pacha: el mismo orden que hay en el cosmos, es el mismo orden que tiene que haber en la tierra. En este caso vemos una transformación del universo denominado Pachakuteq, donde ya observamos esta transformación para un nuevo orden en la Tierra.
Estas imágenes son bastantes significativas y además, invitamos a ver el vídeo donde una luz muy fugaz atraviesa el territorio en esos momentos álgidos.
Un mensaje de reflexión, es que estamos frente a un tiempo donde debemos unirnos como Humanidad, mas allá de fronteras y de credos.
Nuestra solidaridad con el pueblo de Japón, que le toca vivir estos momentos en los que, toda la humanidad se identifica y apoya con oraciones por los seres que ya no están y el establecimiento por sus familias y la pronta recuperación de la gran Nación.
Lic. Katia Gibaja
Presidenta
Fundación Ecos de la Patria Grande
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